Queridas hayas
hermanas de savia, de luz y sombras
cuando el miedo me desnuda,
atrapa mis sueños y entierra
el valor que a veces me falta
acudo a vuestro encuentro.
Me arrodillo
sobre el tapiz de hojas inertes
que parecen entender
mis cantos alocados,
abrazo vuestros cuerpos y comulgo
con la desnudez que os honra
mientras recibo respuestas
de silencio abstracto.
(foto: Hayas de Urkiola)